Nocturnidad y tal...: noviembre 2012

viernes, 30 de noviembre de 2012

Ecos del pasado





En un terreno triste y desolado,
se encuentra la casa vieja abandonada.
Miles de historias se han contado,
quizás historias que no cuentan nada.
Sola, triste y abatida,
ya no muestra señales de vida.
Descansa en sus cimientos cansada,
pues en otros tiempos fue bendecida,
mas ahora se encuentra desolada.


Con estas palabras empiezo una nueva entrada, dedicada a esas casas que antaño pudieron ser maravillosos y cálidos hogares, y que por culpa del paso del tiempo y los altamente estúpidos e irresponsables desgraciados que no saben cuidar el entorno y las cosas que les rodean, hoy no son más que cúmulos de basura y auténticos estercoleros.

Al principio de mis andaduras nocturnas, tenía mucho respeto a entrar en una casa abandonada o en ruinas (digo respeto por no decir directamente miedo, jejeje), pero poco a poco y gracias a los amigos que me acompañan, ese respeto se ha ido convirtiendo lentamente en curiosidad.

Es increíble, como una casa en ruinas puede parecer una catástrofe de día, y cuando te adentras en ella de noche, con la luz de tu linterna, se crea un fantástico mundo de sombras en cada rincón de la hacienda.

Y es que  yo siempre lo digo, “la noche pinta las cosas con colores especiales”.

Por la noche, puedes recorrer cada habitáculo de la casa con total tranquilidad y armonía, dejando fluir tus sentidos a un estado superior para poder captar la historia que la propia morada intenta contarte.

Es lo más importante, investigar con respeto, sin alterar nada, ni ensuciar ni destrozar.
Intento captar en mi cabeza cómo sería esa casa cuando estaba en activo, qué tipo de gente podría vivir allí, cuantas miles de historias habrían ocurrido dentro de esas cuatro paredes.

Es una lástima, como he dicho antes, que el paso del tiempo y los gamberros, destruyan esta parte de la historia de alguna familia. Historia incógnita para nosotros, pero que para alguien tendrá su significado.

Es por eso por lo que quiero reivindicar desde mi humilde posición, el respeto por el entorno que nos abraza, ya sea campos, playas, casas abandonadas o incluso la ciudad.

¿Por qué hay gente que se empeña en destrozar, ensuciar y arruinar todos estos entornos? ¿Qué sacan de ello? ¿Satisfacción personal? Pues menudos gilipollas.

Sin ir más lejos, el sábado pasado estuve de excursión fotográfica en les Fonts de L’Algar con mis compañeros de la AFNovelda. Estábamos de regreso ya a los coches cuando de repente encontré una pila en el suelo al lado de unos arbustos. Me paré y la recogí.

¿Sabéis cuanto pude contaminar una simple pila AAA (las de los mandos de la tele por ejemplo) si entra en contacto con el agua de un río?
Doscientos metros cúbicos de agua, o lo que es igual, 200.000 litros. Y como sabemos, el agua no sobra mucho en estos momentos.
Hay que ser totalmente idiota para tirar una pila en el campo, y perdón si alguno de los que está leyendo esto lo ha hecho y se siente ofendido, pero es mi manera de pensar.

Es por eso, que cuando entro a una de estas casas, se me remueve el estómago de ver la cantidad de basura y desperdicios que te puedes encontrar. Yo intento imaginar cómo sería si estuviera limpia y ordenada, como si nadie hubiera destrozado nada ni el tiempo hubiera hecho mella en sus aposentos.

Eso para mí si que es un ejercicio moral, el cual me ayuda a respetar todo lo que veo y es por eso que utilizo la fotografía nocturna, para dar los colores que quiero en ese momento.

Pintar con luz esos rincones arruinados de las residencias abandonadas. Dejar volar mi imaginación para poder enseñaros la visión fría, desolada y arruinada que tienen hoy en día estas casas.

Así que escrita ya mi reflexión y desahogo sobre este tema, espero que por lo menos una persona de las que me lea, esté de acuerdo conmigo y respete todo el entorno que le rodea. Al menos así ya me sentiré satisfecho de haber escrito esto y haber contribuido con mi grano de arena a que este sea un mundo un poco más sano.

Para terminar, os dejo dos fotos de diferentes casas en ruinas hechas en la oscuridad de la noche, pintadas con mis linternas, acentuando la tristeza que desprenden por el paso del tiempo.

La primera es una casa/cueva en ruinas situada en El Cantón, donde al parecer ahora se usa esporádicamente como albergue de paso para pastores y cabreros.

La segunda, es una casa en ruinas en Novelda, destrozada por completo y llena de basura por donde la mires.

Espero que os gusten mis palabras y mis fotos.

Me despido de vosotros con una sonrisa y hasta la próxima entrada.

Ahhh! Y si, la poesía es mia. ;-)

Un saludo!

(haz click en las fotos para ampliarlas)



                                                                                                     Ecos del pasado



                                                          Ventana del recuerdo








lunes, 26 de noviembre de 2012

Luna, te adoro.





En la entrada anterior, os dije que era un enamorado del cielo.

Soy el tontito que se pasa el día y la noche mirando hacia arriba cada vez que salgo a la calle. Pero es que de verdad, es algo que no puedo evitar, porque ni siquiera lo pienso, es un movimiento automático de mi cabeza.

Y estar enamorado del cielo, conlleva también estar enamorado de todo lo que por él se pasea a sus anchas, el sol, las estrellas, las nubes y sobre todo, mi satélite amado, La Luna.

The Moon, esa gran belleza monumental que se muestra ante nosotros la mayoría de noches, inundándonos de luz con su reflejo solar, permitiéndonos ver cada una de sus fases a lo largo de su ciclo de 28 días.

Y como todo en esta vida, la Luna tiene sus dos caras al igual que las personas, las monedas, la verdad, Jekyll y Mr. Hyde…
Es por eso que se me hace tan enigmática. ¿Por qué la Naturaleza no permite que podamos ver la otra cara de la Luna desde la Tierra? ¿Por qué no nos merecemos ese derecho de ver lo que nos esconde ese bello satélite?

Existen cientos de historias y leyendas diferentes bajo el manto de la Luna; creíbles, increíbles, contrastadas, anecdóticas, alucinantes, ridículas, pero al fin y al cabo son eso, historias.

Dicen que influye sobre las mareas, que influye sobre los partos, que influye sobre los cultivos y que influye sobre el estado emocional de las personas.
Yo no sé si todo esto es cierto, o es una pura intención de explicar cosas que realmente no tienen explicación.
Yo solo sé que a mí, me influye de una manera: siento adoración por ella.

Me acuerdo que ya cuando era un niño, veía la Luna de otra manera respecto a los compañeros de mi cole. Ellos veían una bola de luz en el cielo todas las noches, yo veía algo que me hacia sentir bien, sentirme diferente.
Y es que para mí, la Luna siempre ha sido algo inexplicable. Cuando era niño pensaba: -¿Cómo puede permanecer eso ahí arriba sin caerse sobre la Tierra?
Era una obsesión lo que sentía por ella, lo que me llevó a interesarme por ese cuerpo flotante a lo largo de mi infancia y adolescencia.

Los que me conocen desde niño, igual se quedan sorprendidos al leer todo esto, porque nunca hablaba de esta obsesión, ni con mi familia en casa, ni con mis amigos ni nada. Eso es porque yo antes, era más reservado que la cara oculta de la Luna. Quizás por eso, ahora, aprovecho este blog, para dar a conocer mis pensamientos a los que me leéis, sintiéndome liberado de esa manera de ser que tenía entonces.

Dicen que la Luna es 500.000 veces menos brillante que el Sol, quizás por eso es capaz de cautivar nuestras miradas y dar un ritmo armónico a la vida de la Tierra.
Yo más que como un simple satélite, la veo como un ángel que vela por nosotros y nos ilumina cuando el Sol ya no está entre nosotros.

Es por eso por lo que hoy, he decidido dedicar mis palabras a esa belleza natural que se encuentra en el cielo, todos y cada uno de los días de nuestra vida.
Más cerca, más lejos, más iluminada, más oscura, brillante en la noche, tenue durante el día….
Da igual.  Ella siempre está en mis pensamientos y obsesiones. No lo podré evitar nunca.

Para terminar esta entrada, os voy a mostrar dos fotografías que tomé de la Luna, con un objetivo de gran distancia focal (650-1300 mm) que me trajo Papa Noël las Navidades pasadas (quien dice Papa Noël, dice mi mujer y las chiquillas, jejeje) al que yo cariñosamente llamo “La Tubería”.
Es un objetivo que me permite acercarme bastante a esa obsesión mía que es la Luna, permitiéndome ver con detalle cada uno de sus numerosos cráteres y mares.

La primera fotografía está tomada a 1300mm, por lo que no me entraba todo el cuerpo en el visor, y al estar tomada en su fase de cuarto creciente, decidí nombrarla “Cuarto de Luna”.
Es una fotografía que hice para presentarla a un concurso interno de la asociación a la que pertenezco, la Asociación Fotográfica Novelda, podéis visitarla desde el banner de la derecha del blog.

La segunda fotografía, también está hecha con mi tubería, pero aquí conté más con el factor suerte. Estaba realizando fotografías al satélite en su fase llena, cuando observé que un avión a lo lejos, llevaba el rumbo en línea justo hacia donde estaba la Luna, para pasar por delante. No me lo pensé dos veces y preparé el objetivo encuadrando la brillante bola y esperando a que el pájaro de hierro se interpusiera en nuestro camino. Como digo, el factor suerte jugó mucho aquí, y ahí os dejo el resultado.

A partir de ahora y en futuras entradas, veréis como la Luna es parte fundamental de muchas de mis fotografías, pues no lo puedo evitar, es mi amor platónico.

Un abrazo a todos, y hasta la próxima! ;-)


                                                                      Cuarto de Luna



                                                                                                   Viaje a la Luna




martes, 20 de noviembre de 2012

El Caza Rayos



“El Caza Rayos”, jejeje, así me llama cariñosamente Reme (mi mujer) pensando en los míticos cazafantasmas de la película, cada vez que hay una tormenta cerca y desaparezco frotándome las manos con la mochila de la cámara colgada a la espalda.

Y es que, no lo puedo evitar. Es algo innato que sufro. Cuando veo un mínimo resplandor en el cielo o siento el más leve susurro de un estruendo lejano, tengo que salir a la calle y mirar hacia arriba. Necesito encontrar con la vista de dónde proceden esos fenómenos naturales que tanto me apasionan. Soy un enamorado del cielo.

Para mí, las tormentas son algo más que un simple proceso natural de descargas eléctricas por la fricción de dos masas de aire caliente y frío entre nubes.
Para mí, es una manera que tiene la Naturaleza de descargar toda esa rabia que acumula por la destrucción del ecosistema producida por los humanos.

Es la forma de decir: -“Me estáis haciendo daño y estoy cabreada, por eso descargo mi furia sobre vosotros”.
Poco  a poco, Gaia se está vengando de nosotros por el daño que le ocasionamos.

Ver la tormenta con mis propios ojos, al aire libre, me produce un sentimiento de poder insuperable, como desafiante a esa gigantesca fuerza, sabiendo que soy una partícula de polvo a su lado, pero con el valor suficiente de plantarme en medio con mi cámara a retratarla.

Llamadme loco, paranoico o atontado, pero es lo que siento.

Dicho todo esto, quiero aprovechar el revuelo que se ha ocasionado en Novelda (mi pueblo), por la tormenta de este pasado fin de semana. Fue algo apoteósico, horas de descargas eléctricas celestes incluso alcanzando tierra en algunos puntos del pueblo, destrozando instalaciones eléctricas municipales y personales, dejando sin luz a una gran parte del municipio.

Y ¿dónde estaba yo durante la tormenta? Pues estaba de salida fotográfica con mi grupo de amigos, “Los Estrellaos Nocturnos”, un grupo de buenísima gente y sobre todo amigos, que disfrutamos de la fotografía nocturna en todo su esplendor.

Paco, Magda, Manu, Raquel y Carlos. Con ellos comparto mi afición nocturna sin rencores ni envidias, disfrutando de la fotografía.
No como otras personas que se mueven por este mundo, que algún día les dedicaré una entrada como Dios manda para descubrir sus auténticas maneras de ser.

Pero dejando esta polémica aparcada, vuelvo a lo que iba.

Ya en la puerta de mi casa, esperando con mis amigos y mi mujer a que terminaran de caer las cuatro gotas que llovían para poder partir hacia una noche de noctambuleo, vimos los primeros relámpagos, a lo que respondí con una gran sonrisa y un frote de manos a lo Montgomery Burns, jejeje.

Sabía que la noche podía pintar bien. Y así fue.

Estando ya haciendo fotos en unas casas en ruinas en el extrarradio del pueblo, el cielo empezó a descargar con furia toda su fuerza. ¿Y qué hicimos nosotros? Pues recoger todos los equipos, pero no para volvernos a casa, sino para subir corriendo al Santuario de La Mola y poder retratar el fenómeno desde las alturas. (Algo muy imprudente por nuestra parte, pero inevitable por nuestra forma de ser).

Las fotos obtenidas, las he mostrado en redes sociales como Facebook y Twitter, y han gustado bastante, por eso me he decidido a crearles una entrada y enseñároslas de una manera más formal.

Quiero dar las gracias al usuario de Twitter @NoveldaFactsss por echarme una mano a la hora de difundir las imágenes por la red social.

Las fotografías que os muestro a continuación, son de dos días diferentes.

Las dos primeras, están tomadas en la Rambla de Novelda, dirección a Monóvar, en unas casas en ruinas que hay por allí, tomadas en la tormenta que tuvo lugar en el mes de Agosto de este año.
La tercera, es de este sábado pasado de la espectacular tormenta que hubo sobre el pueblo.
Es una panorámica de Novelda con la tormenta encima.

Espero que os gusten las imágenes.

Me despido de vosotros hasta la próxima entrada, o hasta la próxima tormenta! ;-)

Ciao, ser buenos!


                                                                                La casa del terror


                                                                                  Árbol eléctrico


                                                                                                     La furia de Gaia
 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Mi primera vez.



Llevaba mucho tiempo pensando, analizando e investigando.  
-¿Cómo sería tener un blog?… me preguntaba a todas horas.
-Yo veo a amigos que lo tienen y disfrutan con ello.
-Yo quiero poder expresar mis pensamientos también y demostrarlos a la gente que me rodea.

Éstas eran cosas que me decía yo mismo y pensaba cada día.
Y al final me dije:  -¿Por qué no intentarlo? Yo también puedo hacerlo y no tengo nada que perder a parte del tiempo empleado.

Así pues, me he decidido y aquí está el primer intento.
He creado mi blog. Un lugar donde pretendo enseñar, lo poco que sé y lo mucho que me queda por aprender sobre este arte tan sectario que me atrapa desde hace algún tiempo.
LA FOTOGRAFÍA.

Sé que no soy bueno, que hay mucha gente infinitamente mejor que yo en este mundo, pero todos hemos empezado alguna vez, y ahora me toca a mí. Pretendo con este proyecto, a parte de enseñaros lo que sé, aprender cosas nuevas, y por eso os pido colaboración conmigo, que opinéis sobre mis palabras y mis fotografías.

En principio, he decidido dedicar el blog a la modalidad fotográfica que ocupa gran parte de mi tiempo, la “fotografía nocturna”.

Ni soy bueno de día, ni soy bueno de noche, pero este tipo de fotografía me atrapó desde el primer momento en que la descubrí, de mano de mi amigo Namor Pastor (os recomiendo visitar su Blog),  un referente a seguir sin duda  en esta modalidad fotográfica, y al que agradezco que haya seguido ayudándome y aconsejándome después de realizar el curso que impartió el mes de junio  en la Asociación Fotográfica Novelda, colectivo en el que formo parte orgullosamente de la Junta Directiva  y que más adelante os hablaré de ella.

La fotografía nocturna, para mí, como yo la veo, es un arte que aún tiene mucho por descubrir. No es simplemente ver  el escenario o motivo que quieres fotografiar  y apretar el botón del obturador.
Es algo mucho más allá. Es la posibilidad de crear mundos paralelos al que vemos con nuestros propios ojos, con luces mágicas y sombras espectaculares. Es otra manera de ver la vida y crear en ella lo que no podemos ver, pero que sí podemos sentir.

Cuando el sol comienza a ocultarse tras el horizonte, para disfrutar de un merecido descanso, el cielo se transforma en un lienzo que se pinta con los colores más maravillosos que la naturaleza puede ofrecer. Las luces de las calles se encienden una por una para iluminar la noche y dan paso a un paisaje totalmente distinto al que ofrece la luz del día. Es maravilloso poder retratarlo y ver en la pantalla de tu cámara, cosas que no ves a simple vista, pero están ahí, como es el caso de los millones de maravillosas estrellas que inundan el firmamento.

Por eso creo que este mundo debe tener más repercusión y ser conocido por mucha más gente. Desde mi humilde posición, voy a intentar aportar mi granito de arena para que esto sea más conocido.

A continuación, os voy a mostrar la fotografía  con la que quiero estrenar mi blog.

Árbol de la Sabana

Sé de sobra que la imagen no es buena, que técnicamente  se puede mejorar de mil maneras, que es un triste árbol solitario entre las estrellas, pero pasando de los tecnicismos, esta fotografía tiene un gran valor sentimental para mí.

Y es que esta foto, fue la primera nocturna que hice. La primera vez que puse mi cámara en modo de larga exposición e intenté crear un nuevo mundo alrededor del arbolito.

Es por eso, que tiene un valor añadido, aquí empezó mi andadura en este mundo. Un camino en el que espero poder seguir superando sus trabas y avanzar satisfactoriamente. Que no es fácil, porque cuando digo “trabas”, me refiero a los inconvenientes que conlleva, entre ellos, pasar noches fuera de casa, dejando en ella a tu familia sola.

Por eso no quería despedir mi primera entrada de Blog, sin dar un millón de gracias a esa persona que amo con locura, y me aguanta en todas mis excentricidades y tontunas, demostrándome que el amor está por encima de cualquier cosa.
A ti, Reme, te dedico mi Blog para que sepas que siempre te tengo en mis pensamientos.

Un millón de gracias por apoyarme en este proyecto.  ¡Te amo!